Ghent... Chocolate Carlos V y ¿Trdelnik?
Y no hay problema. En serio. Preferimos tomar las cosas como vienen en vez de armar alboroto, y seguimos nuestro camino con todo y mochilas. Por eso siempre cargamos solo con lo básico y 100% necesario. Y con todo y chivas fue hora de salir a caminar. A caminar entre los ríos y puentes mega antiguos del centro medieval, y como tuvimos suerte ¡a caminar con mucho sol! Preguntarán ¿qué hay que ver con tan buen clima y lindas calles?
Iglesias y catedrales antiguas. Edificios y torres medievales. Canales. Y la casa donde nació Carlos V. No el chocolate tan rico que comemos en México, si no el Carlos V Real. #punintended #elqueentendioentendio
Pero sobre todo, el conjunto de todos ellos.
La Saint Bavo Cathedral, el Belfry o campanario de Ghent, el Gravensteen Castle, el muelle de Graslei y las iglesias de Saint Nicolas y Saint Michael son los edificios a destacar. Obvio no voy a darles detalles de la historia de cada uno. Eso y más detalles super interesantes de la ciudad los pueden encontrar en este link.
Lo que sí les puedo contar es que hay una combinación perfecta de lo antiguo con lo moderno, como puede ser una galería de arte contemporánea dentro de la iglesia de Saint Nicolas, una exhibición interactiva de la historia del Belfry, de sus leyendas y sus dragones, o el Graslei con mesas y camas como de playa junto al río para disfrutar de una cerveza local bien fría con unos frites.
Tuvimos muchísima suerte y resultó que había un mercado itinerante que viaja por toda Europa con puestos de comida, artesanías, postres y música en vivo, además del típico borrachito del pueblo que estaba bailando (o en este caso volando muy alto). Cinthya obviamente aprovechó y se detuvo en todos ellos para probarse aretes o pellizcar pedazos de pan o de pasteles, pero sin comprarles nada. (Hace lo mismo en el Costco)
La convencí de que se echara unos "ricos" Trdelniks, que son unos como pastelitos enrollados de la República Checa cubiertos de azúcar. Les dejo el link de un video bastante entretenido para que los conozcan aunque, al menos para mí y para el chavo del video, no son la gran cosa.
En este viaje nos encontramos con un pastor con su rebaño mientras caminábamos hacia la estación de tren. Fueron dos horas de camino de las cuales les dejo 43 segundos.
Nota: Que triste que esto se nos haga extraordinario cuando en realidad es algo tan normal. Ojalá todos pudiéramos vivir así.
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