Las dos caras de la Alhambra

casas y callejones en Granada
Detalle Pared
Las cosas como son: Cinthya es una copiloto medio despistada, y yo no pongo suficiente atención en el camino que me indica. No importa que me meta a un área peatonal y además en sentido contrario. Así es. Llegando a Granada nos metimos en calles que estaban cerradas para los coches (sólo tienen permiso las camionetas de carga durante un par de horas por la mañana) y además íbamos en el sentido opuesto al permitido. Por suerte era domingo por la tarde durante la temporada baja. Si no ni me imagino lo que hubiera pasado.

Pero bueno. Después del viaje de Sevilla a Granada y de nuestra perdida en la última milla, llegamos a nuestro hotel atendido por Antón, que no podía tener pinta ni nombre más español. Nos llevó a nuestro cuarto que era exactamente lo que solemos escoger: muy básico en una casa antigua, con muchas escaleras, y cerca de los puntos famosos de la ciudad para ir caminando pero sin estar en medio del argüende. Como siempre nos lanzamos a caminar, y aunque esta vez teníamos muy claro a donde ir, no sabíamos que, por la hora y el día, no podríamos llegar a nuestro destino: la Alhambra.

En lugar de eso lo que hicimos fue sentarnos a comer-cenar en una terracita muy coqueta donde veíamos pasar a la gente. Y la vista que teníamos, aunque no fuera de la Alhambra, era muy linda, con callejones angostos y edificios viejos y altos. De cierta manera similar a Marrakesh y Essaouira. Y aunque hubiéramos tenido de frente a la Alhambra no hubiera importado porque por fuera no tiene mucho chiste. En serio. Pero tiene una razón de ser así.
Puente y rio
Vista desde abajo
Después de una rica cena ligera, nos tocaba ir a uno de los tantos miradores de la ciudad. Dato curioso, hay varios miradores que se van llenando de turistas conforme se acerca el atardecer. En algunos hay bares, en otros simplemente un par de bancas, y otros son sobre la pequeña carretera que sube por la montaña. En nuestra primera noche fuimos a uno con bar al aire libre, pero el frío y la llovizna nos obligaron a simplemente ver como caía el sol sobre la Alhambra y de ahí regresamos al hotel. Por suerte al día siguiente pudimos ir al mirador más famoso, el de San Nicolás, y de ahí a un show de Flamenco. Aquí hay un poco de información sobre los miradores. Aquí sobre el flamenco.

¡Pero ya me salté un día completo! O sea que de reversa.
Cinthya en la calle
Alhambra de lejos
Nuestro objetivo en Granada era ir a la Alhambra. De hecho todo el viaje a España giraba alrededor de ese paseo. Entonces, como era de esperar, empezamos el día muy temprano, y antes de que amaneciera ya estábamos en la parada del bus que sube hasta la entrada. Cinthya quería irse caminando pero por suerte la convencí de que no lo hiciéramos, porque hubiéramos llegados dos siglos después de la hora de inicio de nuestro tour, y hubiéramos llegados exhaustos. La bajada sí la caminamos, pero la subida por suerte no.

Tip: Consigan sus boletos con mucho tiempo de anticipación en el sitio oficial, y si no lo encuentran pueden comprarlo a los guías locales que los venden por internet aunque también necesitan hacerlo con tiempo. Un buen sitio es getyourguide, pero hay otros sitios locales que funcionan igual y que, aunque lo parezcan, no son reventa ilegal ni nada del estilo.

El caso es que llegamos, fuimos al baño, encontramos al guía y empezamos el recorrido. Yo estaba un poco decepcionado porque esperaba algo majestuoso y en vez de esto, al llegar y ver la fortaleza por fuera, como que se me quitó lo emocionado. Pero estaba super equivocado porque, como les comentaba más arriba, la Alhambra al igual que muchos de los alcázares de España, Marruecos o de otros lugares árabes, pretende pasar como un simple castillo de defensa o de almacenaje mientras esconde grandes tesoros, jardines y palacios llenos de opulencia.

Difícilmente podría contarles cuales son los jardines, cuartos, plazas y fuentes más importantes. Para eso les dejo este link. Pero lo que si les puedo contar, es que cada uno de los lugares cumple completamente su función: maravillar a sus visitantes. Realmente esa era su función, por que la intención de los monarcas o califas era impresionar a los embajadores, comerciantes o religiosos de diferentes maneras.
jardin con fuente
pared interior alhambra
ventana con arboles y ceramica
A mí, que no soy ninguna de las anteriores, lo que más me asombró fueron todos los detalles garigoleados en las puertas, techos y paredes, ya sea con patrones geométricos, con algunos versos o frases obtenidas del Corán, y sobre todo con mensajes para Alá (por ejemplo: "La gloria es de Alá"). Además la forma en que mezclaron la naturaleza en los patios con la arquitectura funcional, todo de una forma muy equilibrada hace que sea una de mis construcciones favoritas en este planeta.

Pero bueno, tuvimos la suerte de que no hubiera mucha gente por la época del año (febrero 2018), por lo que pudimos perdernos entre los jardines y disfrutar de la medina hasta que habíamos recorrido cada pasaje y puerta disponible. Todavía nos faltaba mucho que recorrer ese día, y sobre todo, nos tocaba ver un tradicional tableo de flamenco con unas tapas y cañitas de cena.

Pero de eso les cuento otro día.
columnas interior
cuatro leones en jardin
detalles en el techo



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