Real Alcázar de Sevilla: Increíble Palacio

Arcos y fuente con árboles en el jardín dentro de la alcazar
Si se quedaron con la duda de si pudimos entrar o no a la Catedral de Sevilla, les tengo una respuesta corta y una larga. Pero como vinieron a leer, no les daré la respuesta corta, y se tendrán que aventar todo el post para averiguarlo. No se hagan, en promedio les toma 1:30 minutos según Google Analytics, o sea que no es para tanto.

Un día antes habíamos callejoneado por el centro histórico de Sevilla, habíamos visitado algunas de las iglesias pequeñas y en general le habíamos dado la vuelta a la ciudad. Por eso nos fuimos directo a visitar el Real Alcázar y de ahí a la Catedral. Una tradición curiosa de Cinthya que ya me pegó, es que cada vez que entra a una iglesia en la que nunca ha estado, pide un deseo. Yo aprovecho esta nueva costumbre para siempre pedir lo mismo, que es que todo mundo, incluyéndolos a ustedes, tenga paz sabiendo que esto es algo distinto para todos. No es deseo de cumpleaños, o sea que este sí se los puedo contar sin miedo a que no se cumpla. ¿Alguien tiene alguna tradición similar?
Patrón del techo de la Real Alcázar
Cinthya posando en la puerta dentro de uno de los jardínes de la alcazar
En fin, después de un desayuno que no pude disfrutar tanto como hubiera querido por el frío, nos fuimos corriendo (literal) al alcázar. No me voy a poner a darles una explicación detallada de como cuando y porque se fundó este palacio, porque no lo sé, no lo sé. #elqueentendioentendio #pedrofernandez.

Lo que sí les puedo decir es que el alcázar original, construido en el siglo X, renovado y expandido en el XIV, fue concebido para que fuera un castillo / palacio / fortaleza que terminó siendo una mezcla de arquitectura cristiana y árabe. Algo más que les cuento es que, aunque alcázares existen en varios lugares de España, sólo seis son reales, y cuentan que este es el mejor de todos. Creo que habrá que regresar a España para comprobarlo.

Anyway, dentro del alcázar de Sevilla existen diferentes edificios o palacios que fueron construidos por diferentes reyes y para diferentes propósitos. Para mí, el más impresionante es el Palacio Mudejar con el Patio de las Doncellas y el Patio de las Muñecas. Todos los detalles en las paredes, techos, columnas, puertas e incluso en el piso son increíbles. Obvio incluyo a los patrones geométricos en azulejos o tallados en madera así como a las múltiples líneas del Corán que muestran la influencia que dejaron los árabes en España.

Vale la pena señalar que es un palacio impresionante que está a la altura de otros grandes como Versalles en Paris o el Palacio de Invierno de San Petersburgo (claramente con estilos diferentes). Por esto tiene miles de visitantes diarios y más vale comprar boletos con anticipación para no quedarse con las ganas de entrar. No les vaya a pasar como a nosotros, que al último momento andábamos corriendo para ver donde conseguirlos.

Otra manera de adquirir sus boletos es contactado algún guía privado que les pueden dar un recorrido con historias y detalles que de otra forma no conocerían. Nosotros fuimos en invierno, por lo que era temporada baja y no tuvimos tanto problema, pero no me quiero ni imaginar cómo se pone en primavera y verano.

Finalmente, una vez recorrido el Real Alcázar, era hora de ir a la Catedral. Cansados de tanto caminar, nos detuvimos unos minutos afuera de una pequeña cafetería para tomar unas cañitas y unas tapas mientras veíamos pasar a muchos señores y señoras, ya medio chochitos y en sus mejores fachas, que iban rumbo a misa. Además Cinthya tenía que ir al baño o sea que era buen pretexto para detenernos. Iban a misa a alguna de las tantas iglesias pequeñas que hay en el centro de Sevilla porque, aunque era domingo, ¡la catedral estaba cerrada!

Así es, ¡nos quedamos con las ganas de entrar por segundo día consecutivo! Y desafortunadamente, era hora de emprender las tres horas de camino manejando hacia Granada, lo que nos dio un excelente motivo para regresar a Sevilla en el futuro. Y aunque no pudimos entrar a la catedral más grande del mundo, dejamos Sevilla pensando que esta ciudad definitivamente sería un excelente lugar para vivir. Siempre y cuando tuviera trabajos.

¡Nos vemos en Granada!

Nota: La Catedral de Sevilla es la catedral más grande del mundo, pero no es la iglesia más grande. Hay dos iglesias católicas que son más grandes: la Basílica de San Pedro en el Vaticano, la Basílica de Nuestra Señora de Aparecida en Brasil. Sí incluyéramos templos religiosos (en uso o desuso) de otras religiones (incluyendo mezquitas, templos hindús entre otros) la lista sería un poco más larga.


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