Recorriendo el Acrópolis como Caballero de...

Siempre que pienso en Atenas me imagino las doce casas de los Caballeros del Zodiaco. A lo mejor es algo con lo que solo la gente de mi generación (años más, años menos) se puede relacionar, pero siempre me vi subiendo las escaleras como ellos para llegar a la cima de la Acrópolis. La realidad es bastante distinta, pero no menos impresionante.

Para conocer bien a la antigua Grecia y poder imaginar ese recorrido, hace falta ir al British Museum en Londres. Sin duda tienen una colección impresionante de esculturas y artefactos saqueados de Grecia (se crearon excusas y falsificaron documentos para poder "exportarlos"), y sobre todo tienen a los Elgin Marbles, o los Mármoles del Partenón, que fueron llevados a Inglaterra por allá de 1800.

Pero solo ver esa gran colección no permite apreciar lo majestuoso y grande que debió haber sido este templo, y que de cierta forma aún lo es, al igual que todo el complejo de la Acrópolis. Es tan grande que, desde lejos, caminando junto al río, o paseando por los campos de manzanilla en lo que era el templo de Zeus se puede observar un poco el detalle de los diferentes templos en la cima de la montaña.

Por otro lado, lo que permite la visita al British Museum, es poner en su lugar todas las esculturas talladas en mármol que decoraban el friso de 160 metros de largo, así como otras estatuas que adornaban este lugar. Sería increíble que tuvieran una estatua de la diosa Atenas, pero desafortunadamente esa fue destruida y con una visita al sitio donde estaba erigida no se puede dimensionar su tamaño real. De cualquier manera, los dibujos, maquetas y videos que existen de esta estatua y del templo reconstruido son realmente asombrosos.

Por cierto, algo que yo no sabía hasta esta visita es que todo el Partenón, o al menos las decoraciones del techo así como otros templos estaban pintados, lo que le proporcionaba mayor vida a las esculturas. Si visitan Atenas, por nada en el mundo se salten el Museo de la Acrópolis, las maquetas ni los videos del Partenón. Ahí pueden ver en detalle todos los colores y las esculturas, por lo que es más fácil imaginar cómo fue la ciudad en su apogeo, además de que les explican las historias representadas en el friso. También deben visitar la Academy of Athens (no la confundan con la pintura la Escuela de Atenas de Rafael) para tener una idea de cómo se vería el Partenón si estuviera pintado. Tanto por dentro como por fuera el edificio es magnífico.

Pero no todo en Atenas es la Acrópolis. Existen barrios como Plaka donde se encuentran tiendas y restaurantes con comida local y muy buen ambiente. Está la Syntagma Square, el Estadio Panathenaico donde se celebraron los primeros juegos olímpicos de la era moderna y los Jardines Nacionales además de muchos templos, ruinas, arcos y esculturas. Pero lo más increíble, es la realización de que en esa ciudad, además de en otros pueblos repartidos por las diferentes islas griegas y macedónicas, hace cientos o miles de años se idearon y crearon muchos elementos de la sociedad moderna, de matemáticas, filosofía y otras ciencias, y que vivieron gente como Sócrates, Platón, Aristóteles y Homero. A lo mejor en la escuela nos enseñan sobre Pitágoras y su teorema, leemos la Ilíada y la Odisea, aprendemos del yo, etc., pero conocer los sitios en los que a alguien se puso a pensar en ellos los vuelve reales.

Lo único que se nos hizo muy extraño fue la cantidad inusual de grafitis que se ve por toda la ciudad, tanto en zonas turísticas como en partes más locales. Aunque sea una ciudad relativamente segura, tanto grafiti crea la ilusión de estar en constante peligro de ser asaltado (o a lo mejor eso es por ser del DF). Incluso lo sentimos así cuando Eleni, una ex-colega de Cinthya nos llevó a cenar comida típica griega en un lugar de pescados y mariscos en una zona que sería el equivalente a Polanco. La cena estuvo deliciosa, comimos como marranitos, pero sí sentimos que nos iban a asaltar en lo que nos subíamos y bajábamos del coche.

Sin duda este ha sido uno de mis viajes favoritos. No solo por la comida y las vistas, si no por la historia y el impacto que esta región ha tenido en el mundo. Les dejo este link donde pueden encontrar un poco más de buena información y fotos de algunos de los edificios más emblemáticos y bellos de la ciudad. Nosotros los recorrimos y/o visitamos todos, y podemos decir sin duda que son lugares extraordinarios.

Y así de rápido acabó nuestra visita a Grecia, pasando solamente por dos de los lugares más emblemáticos de este gran país del Mediterráneo, y que nos dejó con ganas de seguir conociéndolo.

Nos vemos luego, pero cambiaremos de país europeo para visitar Francia y la Ciudad de la Luz.