Para Skylines, Hong Kong

¿Qué hay que hacer en Hong Kong? Mi top 5 incluye ver edificios súper altos, ver edificios súper raros, ver edificios en calles súper enredadas, ver edificios de lejos, y ver edificios de cerca. ¡Es que están cañones todos los edificios! El skyline de HK es de los más impresionantes que he visto, además de que por las noches está lleno de luces y lásers que iluminan los dos lados de la bahía. Creo que le gana tanto a Manhattan como a Shanghai, y eso que los dos son impresionantes.

¿Y cuál es una buena forma de ver tanto edificio? Pues hay dos. O tres. La primera es a pie. La segunda es usando algún tipo de tour como Big Bus, del que te puedes subir y bajar cuantas veces quieras. La tercera es en ferry o bote, como el que cruza la bahía por las noches para ver el espectáculo de luz y sonido.

Nosotros nos movimos con una mezcla de las primeras dos. A pie y en bus. También tomamos el ferry por la noche para ver el show de luces, pero ese no cuenta porque fue de ida y vuelta al mismo sitio. Lo primero que notamos es que, aunque no lo parezca, HK es grande. Y mucho. Está dividido en diferentes regiones, y obvio como turista es normal quedarse solamente en un par de ellas y no visitar las más alejadas más que para visitar lugares muy específicos. Pero aún así, tanta subida y bajada, tanta vuelta para encontrar lugares escondidos hacen que el caminar en Hong Kong sea agotador, aunque vale mucho la pena.

Caminando se pueden encontrar algunas joyas escondidas como son templos budistas con miles de lámparas que ciegan a los devotos e incienso que ahoga al acercarse a las estatuas, además de pequeñas tiendas con artesanías de jade hechas a mano. Como siempre nos metimos hasta la cocina en los templos para ver cómo la gente común y corriente va a rezar de forma muy particular, agitando las manos y haciendo reverencias "exageradas" dirigidas a los diferentes símbolos y budas del lugar.

También, como siempre, Cinthya aprovechó para comprarse aretes de diferentes piedras y colores, y de paso una "esfera" o pelota de jade que, como es un poco difícil describir, mejor les dejo un link con fotos de este tipo de rompecabezas y adorno milenario. Creo que solo le faltó ir de aquí para allá en uno de los tantos Teslas que le hacen de taxi para comprar media isla.

Pero no todo es tiendas y templos. Por ejemplo, entre los laberintos se encuentran las escaleras eléctricas más largas del mundo al aire libre, que aunque suena impresionante, como que no tienen tanto chiste. Sin embargo es súper curioso ver como el clima y el hecho que la gente camine a todos lados, hace que estas escaleras y un sistema de caminos techados hagan posible ir de aquí para allá sin sufrir tanto por la lluvia o el calor. Algo similar habíamos visto en Makati (Filipinas) y se nos hizo una excelente idea.

Además de todo lo anterior, entre los edificios se encuentran muchos parques. Pequeños y grandes por igual. Tanto a la orilla del mar, con jardines abiertos y juegos para niños y mascotas, como parques diminutos entre edificios que pareciera se derrumbarán en cualquier momento. Y hablando de parques, los que más recuerdo no podrían ser más diferentes el uno del otro.

Uno era un lugar muy pequeño, apenas con algunas bancas y muy descuidado. Estaba frente a algunas tiendas de material para hacer artesanías y de objetos religiosos, subido un poco hacia la montaña por lo que más que parque era como un terreno abandonado. El otro es el Victoria Peak, que es como un parque nacional o mejor dicho un bosque, con caminos enredados y un tranvía que sube por la montaña hasta un centro comercial que tiene la mejor vista de la ciudad.

Otros parques o zonas comerciales como Stanley dan la impresión que, más que estar en Asia, hubiéramos viajado hasta Málaga por todos los veleros anclados en los muelles, los restaurantes frente al mar, y bares llenos de turistas y locales por igual tomando el sol. Aquí es donde pasamos nuestra última tarde, relajándonos y haciendo planes para regresar a esta gran ciudad. 

Ahora a planearle.