Windsor y Bath rumbo a Stonehenge

Stonehenge es uno de esos lugares que, como está promocionado en todos lados como una gran maravilla del mundo, puede ser grandioso o decepcionante. Yo he escuchado de diferentes personas comentarios buenos y malos, por lo general sobre el ingenio necesario para construirlo o sobre la cantidad exorbitante de turistas visitando este sitio. Antes de dar mi veredicto de nuestra visita, les tengo que contar un poco sobre nuestro día como turistas "locales".

Creo que fue a finales de septiembre de 2017 que visitamos Stonehenge. Decidimos de un día para otro y, como no teníamos coche y nos salía más caro y de flojera rentar uno, nos metimos a internet a buscar tours de un día. Nunca hemos sido fans de esos tours donde vamos con otras 50 personas de todas las nacionalidades, excepto de los que son caminando por la ciudad, pero por las circunstancias y porque nos acompañaba nuestro gran amigo Nando decidimos tomarlo.

El tour se dividía en tres. La primer parada era Windsor y la casa de la Reina, luego Bath, literal la ciudad de los baños romanos, y de ahí nos llevaban a Stonehenge para regresar por la noche al centro de Londres. Por suerte vivíamos en una zona muy céntrica de la ciudad, por lo que simplemente caminamos a Gloucester Sq., que era la parada de metro que tomábamos todos los días para ir a la oficina, y de ahí en cinco minutos llegamos a Victoria St., donde abordamos el bus que nos llevaría de paseo.

Al principio nos fue bien. Nadie abrió comida apestosa en el camino, y el guía era un señor mayor super simpático y conocedor que probablemente nació antes de que construyeran Stonehenge. Eso es bueno porque sabía de lo que hablaba. Fuera de broma, sabía muchísimo, y es algo que también disfrutamos en Oxford, que además de tener estudiantes o recién graduados dando los tours, suelen tener guías muy "experimentados", que tienen un conocimiento inigualable del lugar, que han visto cómo se transforma la zona a través de los años y que son una fuente de conocimiento inmejorable.
Otra fuente de conocimiento inmejorable, en el caso de Stonehenge en específico, es una novela histórica que cuenta la historia de cómo se construyó este "templo" entre peleas y violaciones de hermanos, con brujería, suspenso y demás. Super recomendable este libro al estilo de las novelas de Ken Follet.

Anyway, primero fuimos a Windsor y a Bath. En Windsor se encontraba la Reina Isabel, por lo que había gente esperándola en la calle por si salía en coche. Pero no la vimos. Recorrimos el castillo parándonos a leer cada una de las descripciones que ponían en cuartos, mesas, sillas, retratos etc. para conocer todos los detalles que olvidamos al salir del palacio.

A Bath llegamos y nos recibió un pueblo muy inglés, con las típicas calles con pendientes empedradas, edificios antiguos, y un baño romano que permaneció escondido durante siglos, y que ahora se puede recorrer en unos treinta minutos. No los quiero aburrir con los detalles del baño, pero les puedo decir que también leímos todas las descripciones de cómo se construyó, que general romano lo usó, con que tipo de piedra los construyeron y hasta con qué tipo de martillo le dieron forma a las piedras. Este recorrido se los recomiendo mucho y, aunque no recuerdo nada de lo que leí, sí les puedo platicar dos cosas que resaltaron en el viaje.

La primera es que Cinthya pasó al menos 30 minutos probándose aretes y decidiendo si los compraba o no. Estaban muy lindos, pero después de lo que pareció una eternidad decidió no llevarlos, de lo que se arrepintió amargamente durante meses hasta que la Suegra hizo el mismo recorrido y se los pudo comprar.

Lo segundo es que ya que habíamos comido un lunch ligero y abordado el bus rumbo a Stonehenge, tuvimos que esperar lo que parecieron horas para que unos compañeros turistas de la India se decidieran acompañarnos al siguiente destino. El guía inglés fue muy amable porque esperó y esperó mientras yo los hubiera abandonado a su suerte. (es en parte por eso que no me gustan ese tipo de tours)
Finalmente, ya bien entrada la tarde partimos a Stonehenge, pero de eso les cuento hasta el siguiente post. Sin embargo, antes de terminar este, ¿se dieron cuenta que contrario a otras ocasiones, hoy hice énfasis en que leímos cada una de las descripciones que incluían en los museos o sitios que visitamos?

Eso es algo que nunca, nunca hago, porque literal a los cinco minutos ya olvidé todo. Pero en esta ocasión fue diferente porque, como les dije más arriba, nos acompañó nuestro amigo Nando, fan de leer cada una de las notas disponibles en todos los museos o sitios históricos que visita. Incluso de los pies de página de dichas notas. Lo hace aunque le tome 10 horas recorrer una sola sala. De veritas.

Me imagino que si le preguntan no recuerda la mayor parte de lo que leyó. Pero lo que seguro si recuerda de este viaje son los letreros de "DIVERSION" que indicaban que había alguna calle de Londres en construcción, por lo tanto desviaban el tráfico. De hecho creo que tomó unas 50 fotos de esos letreros. Super odioso. #tequeremosnando

Anyway, nos vemos en Stonehenge donde les cuento un poco más de este "templo" y del buen Nando. #saludosnando

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